Hoy, a cien años de su nacimiento, Sylvia sigue viva en los nuevos artistas que, aunque nunca la conocieron, la cantan, la aman y la mantienen vigente, vital para futuras generaciones. Es inexplicable. Está lleno de magia, pero es muy real: Ella es un fenómeno musical. En esta ocasión, la celebraremos todo el año con la participación de cantantes, artistas gráficos, productores, cineastas y escritores. Cada uno de ellos, en sus respectivas disciplinas, han preparado espectáculos, tributos y propuestas artísticas para celebrar el año de Sylvia Rexach. Hay tanto que contar de ella, de su larga trayectoria y su corta existencia. Vivió, amó, sintió, cantó y murió intensamente. Era la fibra misma del sentimiento. Estoy segura de que allá “en el azul del cielo”, con su trago en mano y su cigarrillo, sonreirá de lo que hagamos en su memoria y estará eternamente agradecida de que, eternamente, viva en la memoria colectiva de su pueblo. Sylvia murió viviendo…por eso vive en cada una de sus melodías.